miércoles, 28 de diciembre de 2022

Focalizar las ayudas.

 Sostiene el Gobierno que hay que combatir los efectos de la crisis focalizando las ayudas en los colectivos más vulnerables. El problema es que, como efecto colateral de la voluminosa economía sumergida, las estadísticas oficiales no informan bien de quién gana cuánto en este país. Un reciente trabajo del profesor Schneider publicado en el nº 60 de la Revista de Economía Mundial, estimaba en el 22´2% del PIB la economía sumergida española. Un ejemplo más concreto que he podido estimar a partir de fuentes oficiales: según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) de 2020 (INE) el 18% de los hogares vive en régimen de alquiler: son 3.387.600 viviendas. Pero según las estadísticas del IRPF divulgadas por la Agencia Tributaria las familias sólo han declarado arrendar 2.148.749 viviendas principales. ¿Dónde están las 1.238.851 viviendas restantes? Ello supone unos rendimientos netos de 5.613 millones de euros. Por no hablar de los alquileres vacacionales o segundas residencias: en verano unas familias arriendan a otras cientos de miles de unidades… y de ellas casi no hay rastro tributario… Lo dicho: también, por razones de eficiencia en el gasto público, no sólo por hacer más justo nuestro sistema tributario, conviene combatir la economía sumergida.




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