En la teoría de la Hacienda Pública existe la expresión "votar con los
pies", inventada por el economista Charles Tiebout: cuando uno está
disconforme con la política de gastos e ingresos de su gobierno local, y
cree que no puede cambiarlo votando, queda la opción de irse a otro
territorio cuyo gobierno se ajuste más a nuestras preferencias.
Obviamente no todo el mundo puede hacerlo. Con ocasión del Brexit los
sesudos analistas, incapaces de asimilar
democráticamente el resultado, insultan a los británicos acusándolos de
racistas y xenófobos porque, al parecer, el descontento con la
inmigración ha sido la causa del éxito del "Leave". No seamos
hipócritas: de ser esto cierto, lo que acaban de hacer los británicos en
las urnas es lo mismo que los españoles venimos haciendo "con los pies"
desde hace 20 años: el español huye a "resorts" y urbanizaciones; migra
a colegios concertados en los que no hay...ejem...ejem..., acudimos a
la Sanidad privada para no hacer colas junto a....ejem, ejem...En
resumen: expresamos "con los pies" lo que no somos capaces de expresar
votando. ¿De verdad somos mejores que los británicos? [PD: en España,
como en Gran Bretaña, hay recursos suficientes para dar una vida digna a
todos...sólo que el capitalismo es incapaz de organizarlos bien...].
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