Según el
propio Ministro de Hacienda, la reforma fiscal en marcha va a costarnos la
friolera de 6.000 millones de euros: dinero que las Administraciones Públicas
dejarán de recaudar una vez entre en vigor la amalgama de iniciativas del Sr.
Montoro. Si el Gobierno cree que puede prescindir de 6.000 millones de euros,
sería oportuno plantearse alguna alternativa: que no rebaje impuestos a los
ricos, que no renuncie a esos 6.000 millones de euros y que los dedique a
programas sociales. Algunos ejemplos: ese dinero es suficiente para alimentar
(bien) a casi 4 millones de ciudadanos durante un año. Sobraría, por ejemplo,
para alimentar a todos los niños de ecuación primaria (3.855.200)… tanto a los
niños en situación de exclusión social como a los mismísimos hijos del Rey y
las Infantas…
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